Cápsulas del tiempo sobre el año de la pandemia para 2040, una propuesta de Educación y Participación Ciudadana
La delegación de Educación, que dirige Daniel Pérez Cumbre, y la
delegación de Participación Ciudadana, que titula Inmaculada Domínguez,
han promovido entre los centros docentes de Primaria y Secundaria del
municipio la idea de fabricar y enterrar cápsulas del tiempo en un enclave
concreto de la villa. Una actividad peculiar, interesante y divertida con la
que desde estas concejalías se pretende transmitir al futuro recuerdos del
presente incierto que en los años 2020 y 2021 ha tocado vivir con motivo de
la covid-19.

Para ello, Pérez Cumbre y Domínguez dirigieron una carta a los
directores de los colegios e institutos de la localidad planteándoles la
iniciativa, que fue muy bien acogida.
El proyecto consta de dos fases. La primera se ha puesto en marcha
hoy y ha consistido en la entrega de estas cápsulas a cada centro. Unos
recipientes acondicionados y herméticos en los que los estudiantes
guardarán objetos de la actualidad –textos, imágenes, souvenirs,
periódicos, envases, etc– relacionados con la pandemia y sus
consecuencias, a fin de dejar testimonio a la posteridad. La segunda tendrá
lugar a la finalización del curso escolar, cuando, una vez preparadas, estas
cápsulas se depositen en la rotonda de acceso a La Viñuela situada junto al
Paseo de Coca y frente a la Residencia de Ancianos San Ramón, para que
puedan ser desenterradas dentro de 20 años.
“Nos parece que se trata de una propuesta que puede resultar
atractiva, sugerente y emocionante para los alumnos. Es como enviar un
mensaje a nuestra propia sociedad y a nosotros mismos para dentro de dos
décadas. Con la curiosidad añadida que despierta averiguar cómo se
conservarán los objetos guardados y qué impresiones nos producirán allá
por 2040. Puede tomarse como una especie de juego, pero un juego
cargado de significado y simbología”, comenta el concejal delegado de
Educación.
La expresión cápsula del tiempo se usa desde 1937, aunque la
práctica es tan antigua como los primeros asentamientos humanos en
Mesopotamia, hace más de cinco mil años. Además, se ha popularizado
tanto que hasta se puede encontrar en versión digital en los espacios
virtuales de Internet mediante archivos que se ocultan dentro de la red en
diferentes formatos electrónicos.
Existen cuatro tipos de cápsulas del tiempo, en función de si son
intencionadas o no y dependiendo de si están pensadas para ser
recuperadas o no en una determinada fecha.